La personalización de cascos mediante dibujo con aerógrafo es espectacular, pero requiere de maestría con el uso del mismo.
Aquí he usado la técnica de enmascaramiento que resulta más sencilla, aunque más limitada.
La aplicación de pintura en unos casos se ha hecho con aerógrafo y en otros con sprays comerciales.
Hay que preparar la superficie para igualarla y que tenga buena adherencia para la pintura, primero matearla (se puede hacer con un scotch brite en seco) y después desengrasarla, (basta con alcohol y algodón) y ya no la tocaremos con los dedos para no dejar grasa.
Previamente se desmontan todos los accesorios del casco.
Enmascaramos con cinta de carrocero las zonas a proteger de pintura.
Con la misma cinta del ancho que nos interesen los cuadrados, cubrimos la zona a decorar, adaptándola a la superficie curva del casco, para después trazar con un lápiz y una regla flexible las líneas perpendiculares que delimiten los cuadrados, y marcar con un cuter las líneas de corte, con mucho cuidado de no dañar el casco.
Después levantaremos los trozos de cinta donde queremos se fije la pintura, además de cuadrados podemos hacernos alguna plantilla con dibujos.
Se protege el resto de la superficie, y listo para aplicar la pintura.
Una vez seca, pero no demasiado para que tenga elasticidad y las lineas de corte sean suaves, procedemos con mucho cuidados a levantar todas las cintas.
Y aquí los resultados obtenidos:
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