Escudo Medieval

Me picaban las ganas de hacer un escudo funcional del tipo "cometa", y de gran tamaño, unos 140 cm.

Por lo que miré en la red, algunas técnicas nos las había utilizado, así que me planteo hacer un ensayo de menor tamaño para practicar antes de ir a por el grande.

Dado que me lo tomo como una prueba, no quiero invertir mucho en materiales e intentaré reclicar lo que tengo por casa.

Para hacer la curvatura voy a usar la técnica de láminas encoladas, lo ideal sería disponer de láminas de madera dura, por ejemplo roble, de 2 o 3 mm. No las tengo y son difíciles y caras de conseguir. La siguiente opción serían unos contrachapados, tampoco tengo. Busco y encuentro un tablero de DM que desmonté. Interesante. Miró por ahí y no soy el primero que utiliza MDF, sí que manos a la obra.

Es de 3 mm, no sé si pondré, tres o cuatro capas, ante la duda diseño para cuatro. Unos replanteos para sacarle el mayor aprovechamiento al tablero.

Enmarco y corto los cuarterones.

Para darle la curvatura, lo correcto es hacer un molde con cuadernas, pero al tratarse de una prueba busco por casa a ver si hay algo que sirva y, oh sorpresa, la tapa de un baúl puede cumplir correctamente.

Así que aplico cola en toda la superficie de los cuarterones, los apilo y pruebo a ver que tal se dejan moldear, y el resultado es que haciéndolo progresivamente curvan sin mayor dificultad y sin quebrar. Y menos mal, por que este material doblar mediante mojado o vapor, complicado.

Al final utilizo tres capas, con lo que obtendré casi 10 mm.

Una vez seco, desmoldamos, y despejo una de mis dudas: el material mantiene  la forma del molde sin hacer tiro, y tiene muy buena estabilidad dimensional.

Antes de cortar el escudo, veo que esto empieza a tener muy buena pinta y que va a ser algo más que un prototipo, así que vuelvo a trazar para ganar tamaño, dejando sólo lo razonable para sanear los cortes. Al final el escudo mide 48 x70 cm.

Lijo los bordes, y previo entelar la parte frontal decido hacer la trasera, la pinto de negro y con cuero hago las embrazaduras, a la medida de mi brazo, y almohadillo entre las dos asas.

Ya toca pasar al blindaje, lo haremos con una tela fuerte de algodón. Primer paso encolar toda la cara vista del escudo y pegar la tela, extendiéndola y planchándola con la mano.

Una vez seca, pasamos a rematar la parte trasera, con puntas de tapicero y un poco de cola. Siendo cuidadosos, puesto que quedará a la vista.

Ahora endureceremos la tela, se hace con cola blanca y escayola. He visto dos técnicas: dar una mano de cola (diluida) extender la escayola, dejar secar, limpiar el exceso y repetir. O bien hacer una mezcla de la cola con la escayola y dar varias manos. Me decanto por esa opción. La proporción que me resultó óptima fue a tercios iguales la cola, el agua y la escayola.

Cuantas más manos, mayor resistencia, aplique nueve.

Este proceso se puede repetir para poner varias capas de tela y aumentar la resistencia.

Una vez bien seco comenzamos la decoración. Marco el diseño con lápiz, aplico la pintura con un pincel plano (no es el de la foto, claro) dejando marcas de la pinceladas para dar un aspecto más tosco, y una mano para que se vea la textura de la base. Lo hago a pulso, sin cinta de carrocero y con pintura satinada, no quiero que parezca el flamante capot de un coche.

Y este es el resultado final. Empezó siendo una prueba, y ha quedado más que aceptable, me da que pasará un tiempo hasta que me ponga con el tipo cometa.

Con todo mi dolor, está demasiado flamante respecto al resto de indumentaria, así que tocan algunos ajustes.

Le pondré unos refuerzos de acero en las esquinas, para proteger esa zona y porque el escudo no sólo era una arma de defensa si no también de ataque, golpeando con los bordes al oponente.

Trabajo a partir de una chapa de acero, para hacer la cantonera, después de hecho una plantilla con cartulina: 

Como el acero está muy brillante lo envejezco un poco, y aprovecho para manchar también el escudo. Y trabajo terminado.